En la Tarugoconf no habrá streaming y, por defecto, no se grabarán las charlas.

No es que estemos montando una versión low cost del Grupo Bilderberg, simplemente, hay ponentes que tendrían que censurar el contenido de sus charlas si no pueden controlar el alcance de las mismas.

Yo soy partidario de la máxima transparencia, pero cada uno tiene sus propias circunstancias personales y profesionales y lo respeto, siempre en linea con la visión de la Tarugoconf: trato exquisito al ponente y máximo valor al asistente.

Cada ponente tendrá la potestad de:

  • Decidir si quiere que su charla se grabe o no.
  • En caso afirmativo, revisar la grabación y eliminar metraje -si lo considera necesario- antes de su publicación.

Así que, ya sabéis, «lo que pasa en la Tarugoconf se queda en la Tarugoconf«… o no, ya veremos 😉

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